“Escribir: para no dejarle el lugar al muerto, para hacer retroceder al olvido, para no dejarse sorprender jamás por el abismo. Para no resignarse ni consolarse nunca, para no volverse nunca hacia la pared en la cama y dormirse como si nada hubiera pasado” (Hélène Cisoux, 'La llegada a la escritura', fragmento).
Si Don Octavio Paz viviese, creo que te pediría este texto para incluirlo en una "segunda Posdata " de su Laberinto de la Soledad.
ResponderEliminarEres un tremendo ensayista, Carlos Skliar. Mis respetos.